Hace tiempo, que me encontré una máquina de coser nuevecita que me hizo una gran ilusión. Me encantó encontrármela, pero había un pequeño inconveniente, que no se coser. Pero yo toda decidida, me puse manos a la obra y me he hecho mis primeras cortinas. Tendríais que verlas son un desastre pero...como digo yo, colgadas no se notan.
Me fui al mercadillo de los sábados dispuesta a comprar un retal de tela que no fuera muy caro, porque no podía arriesgarme a desperdiciar una tela costosa y encontré una muy molona que me encantó para mi estudio. Es de rayas rojas, blancas, azul marino, un azul que no sabría definir y azul cielo, una chulada de tela que iría muy bien con el contraste de mi pared fucsia chillón de la guardilla que está en la misma habitación.
Pues me dispuse a hacerlas y así quedaron, me gustan mucho, aunque no hay que acercarse demasiado para no ver los fallos.
Y como no tenia barra para las cortinas me fui a una tienda que se llama Zailand, donde normalmente tienen cosas muy chulas a muy buenos precios. Pues suerte la mía...que pillé la semana 3 x 1 y me compre la barra de las cortinas, un perchero rojo y un carrito monisimo para la compra por el precio de la barra, que sorpresa más buena me llevé.